El desarrollo de la personalidad, esta relaciona con su estabilidad y cambio a lo largo deltiempo.
Por: Brunilda Sabino R.
Son muchas las veces que decimos: “¡qué carácter tiene este niño!” o “Tiene una personalidad muy fuerte”. Carácter, personalidad, temperamento… son palabras que debemos definir y ver de dónde provienen. En el desarrollo de la personalidad intervienen múltiples factores y todos son responsables. La personalidad es: Considerada como efecto exterior que una persona causa en los demás, pero de organización interna Cambiante Su organización exige el funcionamiento de la mente y cuerpo como unidad Los sistemas psicológicos son determinantes La conducta y el pensamiento son característicos de cada individuo y en estos se refleja su adaptación al ambiente. La herencia y el ambiente interviene en la formación de la personalidad. Como aspectos principales destacaremos: la maduración y la experiencia. Desde el momento que nacemos el sujeto posee una serie de características que poco a poco van a ir desarrollándose, estas características forman lo que llamamos el temperamento, que es la forma característica que tiene el sujeto para reaccionar en su ambiente y la regulación y modulación que el individuo efectúa sobre su propia actividad. Está determinado por la herencia, los factores prenatales y perinatales. Por todo esto, la personalidad del niño se irá configurando como resultado de la interacción y de su temperamento. Otro de los aspectos que tienen una gran relevancia para el desarrollo de la personalidad del niño, serán las experiencias vividas, éstas pueden ser de dos tipos: Experiencias únicas: son las particulares de cada individuo. Experiencias comunes: son las compartidas por la mayor parte de los individuos que pertenecen a una cultura. La personalidad se llega a formar por la relación de lo que pienso (autoconcepto), lo que siento (autoestima) y lo que hago (habilidad social). Estos temas los trataremos en “Desarrollo afectivo”.
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