Cuando una persona se "tecnoestresa" mucho puede llegar a volverse tecnófoba, y pasar a rechazar de plano las nuevas tecnologías, incluso instrumentos tan comunes como los móviles. Consejos para no convertirse en un tecnófobo Adopta una actitud positiva, como de juego, ante las nuevas tecnologías. No intentes aprender todo de una vez. Fomenta las relaciones humanas. Aprende a "desconectar" de verdad fuera del trabajo. En el ámbito opuesto a los tecnoestresados y tecnófobos, se encuentran los tecnodependientes y tecnoadictos, generalmente personas nacidas a partir de 1980 que manejan los ordenadores con mucha facilidad y que mantienen gran parte de sus relaciones en las redes sociales. Así, el tecnodependiente, sería "una persona que se ve obligada a estar continuamente conectada, ya sea por su trabajo o por sus relaciones sociales", y que lo "pasa mal cuando permanece horas o días sin teléfono móvil o sin conexión a internet", llegando a "estar irritable y a tener síntomas depresivos". Más preocupante sería el caso de los "tecnoadictos" patológicos, generalmente aficionados a los videojuegos online que pueden pasar horas y días enteros dedicados a ellos, creando graves problemas en sus relaciones sociales y familiares, así como en su vida laboral y que "requieren tratamiento psicológico y atención especializada". En el campo de la tecnodependencia, se observan diferencias entre sexos, ya que "las chicas suelen ser más dependientes de los sms o los foros", y los chicos más de los videojuegos", indica el autor.
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